Una nariz densa y profunda con frutos rojos firmes acompañados de especias y hierbas, con un toque mineral en el fondo. El paladar es compacto, con una fina textura tánica; una rica acidez sostiene la estructura del Cabernet, mientras que el Petit Verdot aporta densidad y el Carménère, vivacidad. Taninos poderosos emergen al final, haciéndolo un gran vino para acompañar comidas. Unos pocos años en botella deberían aportar aún más complejidad.
COMPOSICIÓN: 50% Cabernet Sauvignon, 35% Petit Verdot, 15% Carménère
Alistair Cooper MW, abril 2024