Una nariz de jazmín y manzanilla. Hay tanta frescura aquí, además de una encantadora y crujiente textura, con mucha energía y vitalidad. Piel de mandarina y una acidez vibrante con un toque de ciruela verde en el paladar. Un vino en capas, largo y con mucho carácter. ¡Absolutamente delicioso! Uno de los mejores vinos blancos de Chile.
COMPOSICIÓN: 50% Moscatel, 37% Semillon, 12% Torontel
Alistair Cooper MW, abril 2024